La mufla es un horno usado en los laboratorios y, gracias a su diseño, es capaz de trabajar con temperaturas muy altas. Este equipo originalmente se utilizaba en la alfarería para la fundición y el calentamiento de metales, con el fin de mejorar sus cualidades de elasticidad o dureza, y así moldearlos. Más tarde, se extendió su uso en diferentes áreas hasta tener actualmente la mufla de laboratorio, usada en diferentes ramas de la ciencia como, por ejemplo, la química y la biología.
En los laboratorios la mufla es utilizada para calcinar elementos, para la eliminación de humedad, de dióxido de carbono o para oxidar una sustancia. También son usadas en análisis gravimétricos, los cuales tienen la función de determinar los elementos y proporciones que poseen los compuestos de una muestra.