La centrífuga es un equipo de laboratorio que genera movimientos de rotación, tiene el objetivo de separar los componentes que constituyen una sustancia. Hoy en día hay existe una diversidad de centrifugas que tiene diferentes objetivos, independientemente del tipo de investigación o industria. Dependiendo del tipo de centrifuga cada una tendrá diferente funcionamiento y características (tipo de rotor y tipo tubo porta muestras).

Los dos tipos principales de rotores que se utilizan en las centrífugas de laboratorio son los horizontales (también llamados de cubo basculante) y de ángulo fijo (o de cabezal en ángulo).

¿Cuál es la diferencia entre estos tipos de rotores de centrífuga?

Los rotores horizontales se denominan así porque los cubos o gradillas que sostienen los tubos de la centrífuga están suspendidos de una manera que les permite bascular hacia arriba en el plano horizontal cuando están sometidos a la influencia de un campo centrífugo. Por lo tanto, al operar la centrífuga, las partículas se sedimentan a lo largo de una trayectoria radial sin obstáculos, lejos del centro de rotación, y se depositan uniformemente en el fondo del tubo u otro recipiente. La superficie superior plana del material sedimentado simplifica la extracción del sobrenadante de un granulado suelto. Mediante varios adaptadores, se puede centrifugar más de un tipo o tamaño de tubo, siempre que la carga esté debidamente equilibrada

Los rotores de ángulo fijo mantienen los tubos en ángulo con el eje de rotación. El ángulo varía con diferentes rotores, siendo común entre 25° y 40°. Aunque las partículas se sedimentan a lo largo de una trayectoria radial también en estos rotores, pronto golpean el lado opuesto del tubo donde se deslizan por la pared hasta el fondo. El resultado es una sedimentación más rápida que la que se puede lograr en los rotores horizontales que tienen una trayectoria de sedimentación más larga. Pero debido a que el fondo del tubo no está alineado con la dirección de la fuerza centrífuga, las partículas se acumularán en parte a lo largo del lado del tubo.

¿Qué aplicaciones tienen cada uno?

Dentro de estas dos categorías de rotores, varios modelos ofrecen diferentes combinaciones de capacidad y RCF máxima alcanzable. Los rotores horizontales, en particular, tienen accesorios que los adaptan a una amplia gama de aplicaciones. Los cubos suspendidos de la horquilla del rotor pueden cargar grandes contenedores como bolsas de sangre o frascos. Hay disponibles adaptadores para estos cubos, de manera que un número de tubos pequeños se pueden operar simultáneamente para aplicaciones como RIA. Los rotores horizontales también se pueden equipar con gradillas o soportes, en lugar de cubos, que son adecuados para centrifugar los tubos de RIA o las placas de microprueba.

Cuando se requiera un precipitado rápido de partículas pequeñas, se deben utilizar rotores de ángulo fijo. Debido a su diseño, estos rotores son capaces de velocidades más altas que los de tipo horizontal. La sedimentación de partículas más grandes, como células, precipitados de proteínas, complejos adsorbentes de antígenos, cristales urinarios, puede hacerse a velocidades más bajas con rotores horizontales. Con estos últimos se puede obtener la fuerza centrífuga máxima si se utiliza una versión blindada contra el viento. La separación de densidad de las células se hace mejor en un rotor horizontal de cualquier tipo.

En Kalstein ponemos a su disposición novedosas centrifugas. Por eso le invitamos a echar un vistazo AQUÍ