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Unidades de fototerapia: ¿Para qué son utilizadas?

Estas unidades son dispositivos que emiten una luz con ciertas condiciones, la cual es efectiva para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia, siendo esta una características o condición que presentan los bebes recién nacidos que presentan coloración amarilla de la piel y ojos, a causa de una alta concentración de bilirrubina en sangre, y no ha sido procesada por el hígado del recién nacido.

Al detectar esta condición que se presenta comúnmente en las primeras horas de vida y se considera patológica o fisiológica, según resultados de sangre, el tratamiento a administrar es la exposición a la luz mediante las unidades de fototerapia, donde se eliminan los componentes de la bilirrubina a través del hígado, para luego ser excretados mediante la orina. Este tratamiento de la hiperbilirrubinemia cumple con el propósito fundamental de evitar que la bilirrubina alcance niveles tóxicos que podrían ocasionar un daño cerebral permanente.

¿Para qué son utilizadas las unidades de fototerapia?

Este tipo de unidades de fototerapia son utilizadas en diferentes enfermedades dermatológicas inflamatorias y neoplásicas de la piel, y en el caso de recién nacidos que presenten alteraciones de la bilirrubina; normalmente está indicada en periodos de tiempos extensos, en los que otro tipo de tratamiento tópico resulta insuficiente.

Presentamos algunas indicaciones más frecuentes, donde se utilizan las unidades de fototerapia tratamiento contra enfermedades:

  • Psoriasis
  • Dermatitis atópica
  • Vitíligo
  • Micosis fungoide
  • Hiperbilirrubinemia neonatal.

Principios del funcionamiento de la fototerapia. 

Siendo este un tratamiento muy usado para la hiperbilirrubinemia neonatal se basa en la fotodegradación que experimenta la bilirrubina in vivo e in vitro, dando lugar a fotoproductos más polarizados que son, por tanto, más hidrosolubles y más fácilmente excretables; este tratamiento es efectivo y ofrece seguridad según la intensidad de luz que se regula a través de los filtros, acercándose lo más posible a la luz azul.

Seguidamente la intensidad de luz, es regulada por controles y por la distancia entre la fuente de luz y el paciente. Es importante conocer que los niveles de irradiación y el calor dependerán de la distancia entre el paciente y la fuente de luz, los niveles de irradiación pueden variar dependiendo de la combinación de fuentes de luz de cada unidad. Para el caso de otras enfermedades de la piel, como el psoraleno se combina el tratamiento de fototerapia con pastillas que se administran dos horas antes de cada sesión y según el peso del paciente; y en caso de erupciones localizadas se administra en crema, unos 15 minutos antes.

Clasificación de las unidades de fototerapia.

Existen principalmente dos tipos o clases de unidades de fototerapia:

  1. Unidad de Fototerapia convencional o de pedestal: estas unidades se pueden colocar en la pared, techo o en su defecto sobre estar incluidas en las cunas de calor radiante o incubadoras, las ventajas de este equipo es que se puede ajustar la inclinación y la altura de la fuente de luz por encima del paciente a una distancia concreta. 

Este grupo incluye los siguientes subtipos de unidades de fototerapia:

  • Móviles y de pedestal. Se colocan sobre la incubadora, bacinete o cuna de calor radiante.
  • Fijas. Pueden ser montadas a la pared o al techo.
  • Interconstruidas. Incluidas en cunas de calor radiante o en incubadoras.
  1. Unidad de Fototerapia de contacto: Esta unidad suministra luz terapéutica mediante fibra óptica que está en contacto directo con la piel del paciente. Algunas unidades cuentan con controles de intensidad que permiten ajustar los niveles de irradiación. Estas unidades ofrecen una fuente de luz en un gabinete independiente, cable flexible de fibra óptica, manta de plástico y emisor de luz.

Tipos de fuentes de luz que utilizan las unidades de fototerapia. 

Algunas unidades de fototerapia están integradas por tubos fluorescentes, bombillas de tungsteno-halógeno o diodos emisores de luz (LED). La radiación emitida por cualquiera de estas fuentes de luz debe ser filtradas, debido a los niveles altos que manejan, lo cual puede ocasionar daño en los ojos y la piel.

Los tubos fluorescentes no necesitan de filtros adicionales debido a que no emiten niveles de radiación dañinas en virtud de que la cantidad de radiación infrarroja o ultravioleta emitida por los LED no es significativa. Los tubos fluorescentes de luz blanca y fría o de luz azul. Estas unidades tienen protecciones de plexiglás para filtrar cualquier radiación ultravioleta. 

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